miércoles, 19 de marzo de 2014

Marinus Van der Lubbe


M    A    R    I    N    U    S


            Marinus Van der Lubbe fue un proletario internacionalista holandés que prendió fuego al parlamente alemán en el año 1933. Este hecho fue interpretado por distintos sectores políticos según su conveniencia. Hitler utilizó para declarar el estado de sitio en toda Alemania, justificar su toma del poder y la persecución de comunistas que según él planeaban una revolución. Pero también el partido comunista interpreto el hecho a su manera y declaró que la quema del parlamento germano, era obra de un agente provocador nazi. 
      Ser comunistas y ser revolucionario deberían ser términos que se impliquen mutuamente. Desgraciadamente no todo el que se dice a si mismo comunista es revolucionario, y no todo revolucionario se llama a si mismo comunista. Pelotudos y pelotudas como el finao Hugo Chávez y la diputada Camila Vallejo se autodenominaron de las dos maneras y no fueron, ni son y no serán ninguna de las dos cosas[1]... En el caso de Marinus, era las dos cosas. Acusado, juzgado y condenado a la guillotina en la Alemania nazi, no fue defendido por el P.C. -a pesar de haber militado en el partido- sino que, por el contrario, fue tratado como un provocador infiltrado al servicio del Hitler y también condenado a la muerte por sus órganos de propaganda. 
            Pero ¿Qué fue lo que realmente ocurrió? ¿Quién fue realmente este obrero holandés? ¿Cuáles fueron los reales motivos de Marinus? 
            Marinus Van der Lubbe era un joven obrero de la construcción nacido en Leiden en 1909. En su momento fue miembro del Partido Comunista holandés, desde 1925 hasta 1931, año en que lo abandonó para unirse a las posiciones anti-parlamentaristas del comunismo consejista. Esta tendencia surge dentro del pensamiento marxista como una propuesta de construcción de organización social a partir de las asambleas de consejos de trabajadores que hubieran tomado el control de los centros de producción. Su principal exponente fue Anton Pannekoek (alguien me dijo que quiere decir punqueque), aunque también se puede incorporar a otrxs teóricxs, y su principal lugar de influencia y acción fueron los llamados países bajos europeos. Esta propuesta estaba en oposición al centralismo de los soviets (consejos en ruso) bajo un solo partido promulgado por Lenin y Trotsky ya instalados en el poder y divulgado a nivel mundial por la tercera internacional de los trabajadores.
            Volviendo al joven obrero holandés, dicen que fue activista en el movimiento de desempleados y en las huelgas obreras que surgieron en diversos lugares de Holanda durante el año 1931. Luego de haber dejado el Comité de Agitación de Desempleados –organización que estaba dirigido por el partido comunista holandés– se convirtió en el principal editor de la prensa para los desempleados de Leiden: Werkloozenkrant, órgano que llamaba a la formación de comités autónomos de acción, independientes de cualquier partido político. Van der Lubbe era un obrero dedicado por completo a la causa proletariado y a la revolución. Pensionado a causa de una lesión laboral que disminuía paulatinamente su capacidad visual y que en algún momento lo dejaría absolutamente ciego (si su vida no hubiera sido interrumpida por el filo de la cuchilla). Dedicó todo su tiempo a la lucha política. Por ese tiempo también estableció contacto con  miembros de la izquierda radical alemana, ayudándoles en su labor de propaganda.
            Recorrió gran parte del centro de europa, del este y los Balcanes con la intensión de observar in situ el estado de la lucha de clases. En febrero 1933, al ser nombrado Hitler canciller de Alemania, Marinus decide dirigirse a Berlín. Llega a la capital el día 18. Participó en las concentraciones convocadas por la social democracia y el partido comunista alemán. Al parecer tuvo contactos políticos con algunos comunistas consejistas de berlin, quienes vieron con sospecha al joven holandés.
            Durante la noche del 25 de febrero intentó prenderle fuego a una oficina local para desempleados y a un castillo. Después se dirigió al Reichtag para incendiarlo. Su decisión fue motivada por la convicción de que su acción sería la chispa que encendería la revuelta del proletariado alemán. Algunos juzgaron su acción con un síntoma de su desesperación individual atribuida a su ceguera inminente y otros como un síntoma de desesperación del proletariado europeo en su conjunto que veía con impotencia como el nazismo avanzaba sin poder ser detenido. Fue capturado y llevado ante tribunales. Al ser puesto ante los jueces negó cualquier contacto con el partido comunista o con el movimiento consejista de Berlín. Fue condenado a la guillotina y asesinado el 23 de diciembre de 1933.
         Sus amigos consideraron su ejecución como la continuación lógica del terror burgués que había golpeado a tantos trabajadores bajo los gobiernos que se venían sucediendo desde Ebert a Hitler. Recordemos que Friederich Ebert fue el presidente socialdemócrata que presidió la llamada “república de Weimar”, que derrotó junto a la derecha y los milicos de los Freikorps[2] a la liga Espartaquista, liderada por Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht, después de un intento de revolución en 1919.
            “Sin embargo, lo peor para Van der Lubbe fue haber sido enlodado por los stalinistas, quienes lo acusaron de actuar al servicio del nazismo, iniciando así una gran campaña difamatoria en su contra. Los stalinistas fueron sus ejecutores tanto como los nazis, y no vacilaron en exigir su muerte. Dimitrov (el supuesto cómplice de Van der Lubbe), quien sería absuelto y se convertiría en uno de los principales líderes de la Comintern stalinizada, incluso pidió en una audiencia que Van der Lubber fuese “condenado a muerte por haber actuado en contra del proletariado” (L’Humanité, órgano del PC francés, 17 de diciembre de 1933)”. Pero el proceso que hizo que los nazis llegaran al poder no fue la acción de Marinus sino que fue el proceso que se inició con el aplastamiento de la revolución alemana de 1919, traicionada por la socialdemócrata república de Weimar liderada por Ebert que pavimentó el camino a la derecha. 
            Su acción desato un largo debate sobre lo que algunos denominaron actos ejemplares, otros acción directa y otros terrorismo. Más abajo, dejo el link de donde saque algunos datos sobre la historia de Marinis extracto-donde hay una presentación del problema desde el punto de vista del comunismo consejista- lo pueden leer para que cada uno saque sus conclusiones.

La Cuestión de los Actos Ejemplares.
 

            En su tiempo hubo un libro llamado libro rojo (no el de Mao) que trataba el tema y dejo las cosas más o menos claro. Generalmente se impuso en este tema, como en muchos otros, la visión del estalinismo que se esparció junto a sus diferentes partidos alrededor del mundo.
            En general no concuerdo con el punto de vista en que se juzga la acción de Van der Lubbe del texto citado, pero cada cual puede juzgar por si mism@.  Muchos debates similares se han dado estos últimos años en $hile sobre el mismo tema (de hecho creo que la traducción fue hecha por este motivo, una justificación de la tibia solidaridad hacia los compañeros perseguidos por la justica chilena…).
            El mejor libro, para mi, que recoge la biografía y los debates en torno al incendio del Reichstag "Marinus Van der Lubbe y el incendio del Reichtag" de Nico Jassies editado por Alikornio:

            No lo encontré nunca en pdf. La edición en papel no es cara. Si la pueden encontrar por ahí se las recomiendo. Desgraciadamente perdí mi copia… Sería bueno por editarlo de este lado del charco.

Salud por Marinus!!

bonus:

“Marinus”, un magnifico e.p grabado por la banda holandesa Seein’ Red. Una 7 pulgadas con tres fotos del expediente de investigación de su causa. Ese fue mi primer acercamientos a la persona Marinus Van der Lubbe. 


 


[1] Esta situación se puede ampliar a todo el espectro de la “izquierda latinoamericanista”, esa que se llena la boca con la patria grande; pachanguea con manu chao o calle 13; tratan a Evo Morales como “Evo” de manera cercana y  con una sonrisa cariñosa mientras lo pronuncian, como si fuera su amigo intimo, que se siente feliz con la década ganada de kristina, que se siente tranquila porque piensa en un capitalismo ético y su comercio justo; que se emociona hasta las lagrimas con el presidente más pobre del mundo y que sueña con la unidad de latinoamérica… ¿se imaginan que horroroso sería un solo Estado latinoamericano?
[2] Estos asesinaron a golpes a Luxemburgo y Liebknecht y sus cuerpos arrojados al rio. Son considerados el antecedente directos de las ss nazis.