miércoles, 24 de julio de 2013

"Supersticiones del Río de la Plata" II. San Blas, lo nuestro es religión lo de ustedes es superstición.

Continuando con las cosas fascinantes que encuentro en el texto de Granada (ver "Superticiones del Río de la Plata" I) del que hacemos referencia. Les dejo con un relato fantástico que comienza con un tono realista sobre las condiciones de miseria en que se encontraban los españoles al instalarse en el Rio de la Plata y que concluye con la aparición de una imagen fantasmagórica de un santo(!) que hace huir despavoridos a los sitiadores indígenas del poblado en que estaban los cristianos. Acá una extractos de éste relato mágico y la ilustración de Rapela. Historias como estas fueron conformando la imagen de los pueblos originarios como "bárbaros y salvajes" y los cristianos como "civilizados y cultos", aunque el mismo relato demuestre en los hechos que nos cuenta lo contrario. Lean y juzguen por ustedes mismos.

Muerte de Pedro de Mendoza, en 1537.
“Cupo a D. Pedro de Mendoza la suerte más cruel […] al regresar tullido a España […] murió en el viajes después de un gran desasosiego que le produjo el haber comido la carne de una perra que hizo matar para suplir la falta de víveres. ¡Ríos de plata y aires paradisíacos, cuán bárbaramente desengañasteis a los que tales os soñaron, haciéndoles pagar con espantable fiereza, por cuantos medios de expresión tiene el dolor, copiosísimo tributo de muerte”. Muerto Mendoza asume el mando de los cristianos un tal Ruiz Galán, de quien nos cuenta que viniendo de Paraguay “mató a muchos indios, les incendió sus ranchos y cautivó mujeres y niños, por sospecha de complicidad con parcialidades enemigas, no hay duda de que era hombre muy capaz de una maloca semejante”. Luego pasa a describir una serie de cuadros de costumbres de “Buenos Aires, cuando la gente se moría de hambre, y cuando, después de haber devorado hasta los zapatos, la aplacaban con los cadáveres y excrementos humanos, ahorcó a tres soldados, porque secretamente mataron a un caballo para comer carne; a otro, por haber robado una lechuga, le cortó una oreja; a una dama noble, que recibió un pescado de manos de un marinero con tal de rendirse a su voluntad, la obligó a cumplir el pacto inocuo; y a una mujer, a quien el delirio de la desesperación la condujo a los indios, la mandó a atar de un árbol para que fuese pasto de las fieras. Quien tal hacia con los españoles, ¿de qué no sería capaz con los indios? Ello es que los caracaraes y timbúes determinaron vengarse. Para el efecto, se presentaron varios caciques en Corpus Christi, solicitando la protección de los españoles contra parcialidades que (decían) a unos y a otros eran hostiles. Concedióseles, y al intento salieron en busca del enemigo, bajo el mando de Alonso de Suárez de Figueroa, cincuenta españoles de los ciento veinte que guarnecían el fuerte. Mas los españoles auxiliares, durante la comida, fueron atacados y muertos, tras cruda pelea, por los mismos que simulaban obsequiarlos, salvándose sólo el muchacho, que volvió a Corpus Cristi con la noticia de la traición. Sin pérdida de tiempo, los envalentonados indios comarcanos, en gran número (diez mil, según Schmidel; dos mil según Ruy Díaz), asaltaron el fuerte con ímpetu. Rechazados con denuedo, repitieron sus asaltos con rabia y furor durante catorce días continuos, pegando fuego a las casa de los cristianos. Se peleaba de día y de noche; y ya muy trabajado los españoles, pudieron (a favor de dos bergantines que llegaron de buena esperanza, y al ruido de las bocinas y gritería de los bárbaros acudieron en su auxilio) hacer una impetuosa salida, con su comandante a la cabeza. Eralo a la sazón, Antonio Mendoza, que murió en la batalla. Los sitiadores volvieron las espaldas, dejando cuatrocientos muertos en el campo y huyendo en desbandada. Los cristianos, a no estar rendidos del cansancio, los hubieran acuchillado a su salvo: tal era el espanto y confusión con que los infieles se retiraban. Un guerrero vestido de blanco, con una espada desnuda en la mano, cuyo brillo ofuscaba, habíase encimado, en lo más recio de la pelea, sobre uno de los torreones de la fortaleza; los bárbaros, a su presencia, ciegos y atónitos caían al suelo. Esta acción acaeció el 3 de febrero del año 1839 [sic], día de san Blas, de quien los cristianos suposieron haber recibido la milagrosa ayuda. Con tal motivo, fue san Blas aclamado y jurado especial patrono de la conquista del Río de la Plata y el Paraguay, y desde entonces en adelante celebrose su festividad con fervoroso y solemne culto.”

"Bárbaros" los que luchan por sus tierras contra una invasión tiránica y "civilizados" los que invaden y asesinan sin piedad, se matan entre ellos, comen zapatos, mierda y cadaveres humanos. Infieles temerosos que huyen espantados frente a una imagen católica y cristianos valientes que creen en la ayuda de una entidad metafisica.

lunes, 22 de julio de 2013

Fernanditos Rock Nº 16



Décimo sexta entrega de este programa radial online dedicado a los ritmos cloacales.  Esta vez podras escuchar:

-Thin Lizzy "honesty is no excuse",
-Scorpions "the sail of charon",
-Sodom "agent orange,
-Cold Chisel "Home And Broken Hearted",
-D.O.A "the prisoner"...

Furbo, cervezas, balbuceos, analogías, comentarios y mucho más.

Lo puedes escuchar en:


A DESCORCHAR Y ESCUCHAR!

jueves, 18 de julio de 2013

"Supersticiones del Rio de la Plata" I. Creación de una metafísica.



        Hace un año que tengo éste libro, me lo prestó un amigo que después lo dió por perdido y me lo regaló. Muchas gracias, lo considero un verdadero artefacto arqueológico. “Reseña histórico – descriptiva de Antiguas y Modernas Supersticiones del Rio de la Plata” es el título completo de este libro que fue publicado en 1947 por la editorial Guillermo Kraft[1] como parte de su colección “Tradicionalistas”. Escrito por Daniel Granada, hombre de origen español que residió en Uruguay desde su niñez. Fue abogado, juez, catedrático, intelectual y también con fama de filólogo, ya que anteriormente habría publicado un Vocabulario Rioplatense Razonado. Aunque en la edición que tengo en mis manos no lo dice, este libro fue editado por primera vez en Montevideo el año 1896.  En 437 páginas expone lo que el autor llama “supersticiones” que existieron y que aun seguían vivas en la zona del Rio de la Plata por esos años.  Desde una visión, según el autor científica, habla “de cuanto al vulgo conserva tradicionalmente en habito y creencias […] ya se trate de meras ilusiones de los sentidos y de la mente, ya sea de juicios deducidos de falsas premisas, ya de fenómenos sorprendentes, preternaturales,  cuya manera de engendrar permanece oculta aun al hombre, que los contempla ofuscado, atribuyéndolos a recóndita acción misteriosa de inteligencias o potestades superiores al movimiento y obrar necesario del orden físico, importa mucho sacarlos a plaza”. Este estudio, escrito en un tono un tanto infantil, hace una reseña de algunas tradiciones populares que el autor conoció. Esta edición fue ilustrada por Enrique Rapelo, también ilustrador de alguna edición del Martín Fierro y dibujante de historieta. Lo que primero me llamó la atención es el carácter demoniaco y fantástico de las imagenes. Creo que es interesante detenerse a reflexionar en este tipo de libros como expresiones culturales nacionalistas que fueron conformando una metafísica explicativa sobre las creencias de pueblos originarios de la zona, demonizando sus costumbres, creando estereotipos, tratando de hacer pasar como observaciones científicas del “Folclore” del territorio visiones llenas de prejuicios. Práctica destinada a desvalorizar las culturas propias de nuestros pueblos y ocultar el genocidio o de presentarlo como el justo castigo de la barbarie.


       En la primera de las imagenes que aparece vemos la representación del demonio de los católicos sentado en un trono hecho de huesos, al parecer al interior de una cueva, con un cuenco que chorrea sangre (o vino), rodeado de figuras femeninas de piel morena que interpretan un baile desenfrenado, algunas de ellas ya inconcientes tiradas en el suelo. Reminiscencia al aquelarre o reunión de brujas que obsesionó a la inquisición. Poco a poco iremos subiendo y comentando todas las ilustraciones y algunos extractos de este libro.


[1] El impresor y editor Guillermo Kraft nació en Brunswick, Alemania, en 1839; falleció en Buenos Aires en 1893. " Llegado a Buenos Aires en 1862, abrió un pequeño taller de impresión en la calle Reconquista. Verdadero pionero, introdujo la primera máquina litográfica y, también, las primeras rotativas. Hacia 1880 su actividad como litógrafo se destacó en trabajos como Trofeos de la Reconquista de Buenos Aires en 1806 y los Atlas geográfico y Album militar de la República Argentina. Sus talleres publicaron la obra de autores como Bartolomé Mitre, Carlos Burmeister, Otto Krause, Lucio V. Mansilla, Adolfo Saldías, Eduardo Holmberg y Salvador María del Carril, entre muchos otros".

jueves, 11 de julio de 2013

El Malón. (Consheleiro)



Así el bárbaro hace ultraje
al indomable coraje
que abatió su alevosía;
y su rencor todavía
mira, con torpe placer,
las cabezas que cortaron
sus inhumanos cuchillos,
exclamando: -"Ya pagaron
del cristiano los caudillos
el feudo a nuestro poder.”

“La cautiva” de Esteban Echeverría.


Hace algunos días recorriendo en bicicleta la zona de recoleta de la ciudad de Buenos Aires, llegue frente a la puerta de un edificio de color violeta. Su entrada estaba entre grandes columnas al estilo griego. Era el Museo Nacional de Bellas Artes. Como no había que pagar, aseguré mi bicicleta con el candado de U y entré. Ahí se puede apreciar obras de artistas argentinos como de otras partes del mundo, contemporáneos y más antiguos.

       Al recorrer las diferentes salas me llamo la atención la numero 24 donde se exhiben cuadros de finales de siglo XIX en Argentina. En ella habían diversos obras de la época que representaban distintas escenas: “la sopa de los pobres” donde aparecen unos ancianos alimentándose en la calle; una escultura de una cabeza de un afro descendiente llamada “cabeza de esclavo”; una mujer levantándose por la mañana, el cuadro se llama “el despertar de una criada”; una pareja famélica al interior de una casa y donde el hombre golpea la mesa que se llama “Sin pan y sin Trabajo”; y, al centro del salón, el cuadro que más me llamo la atención: “la vuelta del malón”. Causa bastante impresión por su tamaño y lo que representa. Aparecen un grupo de hombres morenos y con pelo largo cabalgando como queriendo salir del cuadro. Uno de los que aparece en primer plano lleva a una mujer desmallada, vestida sólo con una tela que le cubre de la cintura hasta las rodillas, dejando en descubierto sus senos... Su blancura contrasta con la piel oscura de sus captores. Además lleva la cabeza de una hombre con barba amarrada a su montura. El otro cabalgante que está en primer plano lleva una cruz en alto, enseñándola como trofeo de guerra; además, lleva el cáliz y otros objetos de la liturgia católica atados a su montura. En la esquina derecha del cuadro aparece otro hombre con una maleta y otros elementos que parecen de una escribanía. Otro va revoleando un incensario.  El resto va con sus lanzas alzadas, como si fuera una señal de triunfo. Lo primero que se me vino a la cabeza fue una película que me encantaba cuando era niño y que se llamaba “Conan el bárbaro”. En este caso, los protagonistas del cuadro eran más morenos que Arnold Schwarzenegger, actor que protagonizaba la película, pero también representaban a “bárbaros”. También pensé en alguna carátula de la banda de metal Manowar y su imaginareo de guerreros sanguinarios... Sabía de la existencia de este cuadro pero nunca lo había visto en directo. Un amigo me lo había comentado, pero no había tenido la oportunidad ni la intención de ir al museo.



Esta obra de Ángel Della Valle “es quizás una de las más significativas desde el punto de vista del mensaje que quiere transmitir. La vuelta del malón (1892) describe el regreso de los indios con el importante botín, destacando su salvajismo y la barbarie sin límites. El artista parece definir ese botín y nos hace una enumeración para alertarnos: la cruz, el cáliz, la vestimenta del sacerdote, la Biblia, las cabezas de las víctimas, la valija, los caballos y, sobre todo, la presencia de la mujer blanca cristiana –la cautiva- indefensa y robada por el indio. Esta imagen de la cautiva, desarrollada en la literatura por Esteban Echeverría, fue tema de algunos otros pintores. Aquí, claramente el pintor está haciendo una obra de propaganda: la barbarie identifica al indio, la civilización a la víctima, es decir, al hombre blanco. A varios años de finalizada la llamada “conquista del desierto”, la obra intenta rescatar del pasado el tema del malón para justificar la masacre de los indígenas a manos de los blancos.” Me llamo la atención al leer este texto, aparecido en internet y dirigido a escolares, la facilidad con que utilizaban la palabra “indio” para referirse a los sujetos representados en el cuadro que claramente son indígenas que habitaban la argentina, antes que llegaran los europeos: mapuches, tehuelches, pampas, quilmes u otras etnias. Es sabido que para un mapuche una de las palabras más ofensivas es ser tratado de “indio”, no por renegar de su etnia, sino que porque, entre otras cosas, los indios son de la India y no del territorio donde él y sus antepasados viven, por eso era incorrecto llamarles así. Por otro lado, la palabra “indígena” está demasiado emparentada con la palabra “indigente” y ese concepto también es erróneo para denominar a los pueblos originarios ya que lo relaciona directamente con la idea de pobreza. No es casualidad -y volviendo al interior del museo- que el cuadro al que referimos este entre dos obras que representan la pobreza y la miseria, y, además al lado de una escultura llamada “cabeza de esclavo”. Por la disposición de los cuadros y por lo que representan, se relaciona indigencia, pueblos originarios y esclavitud. Supongo que a la “alta cultura” le acomoda esta relación de significados. En el texto escolar se reconoce, al menos,  que los pueblos originarios (utilizare este término por ahora por ser el menos erroneo, desde mi punto de vista) fueron víctimas de una masacre en lo que en la historia de argentina se denomino “La Campaña del Desierto” y en la historia de Chile “pacificación de la araucanía”. No manejo mucho la historia de Argentina, pero si sé lo que tiene en común con la historia de Chile: el hecho que después de su independencia ambos países enfrentaron con sus ejércitos a los pueblos mapuche y tehuelche que vivía al sur de sus territorios.

         Según una enciclopedia que pude ver días después, Ángel della Valle  nació el 10 de octubre de 1855, Buenos Aires. Fue un pintor argentino de la Generación del '80 que marco el realismo pictórico. […] Hijo de una familia de inmigrantes italianos, su padre construyó edificios en Buenos Aires por encargo de Juan Manuel de Rosas. […] A la edad de 20 años viajó a Italia para perfeccionarse en la técnica de la pintura al óleo, ya que en el Buenos Aires de 1875 no existían academias de arte, sólo maestros que enseñaban la técnica de manera particular. Se instaló en Florencia, donde estudió con el maestro Antonio Ciseri”. Al parecer, el hombre era un buen civilizado europeo que creía que estaba cumpliendo con un deber con la humanidad: ayudar a terminar con la barbarie aplicando toda la técnica adquirida en el viejo continente representando un cuadro propagandístico a favor de la Campaña del Desierto. Cave señalar que este cuadro fue expuesto durante esos años en el mostrador de una importante ferretería de la avenida Corrientes. Pero, Angel... ¿conocía a los bárbaros que pintó o sólo se dejo llevar por el pensamiento de su tiempo? La escena del malón y en particular “el rapto de mujeres blancas por parte de los indígenas, llegó a adquirir en el siglo XIX el valor de un símbolo relativo al conflicto entre blancos e indios, entre hombres ‘civilizados’ y ‘bárbaros’. Esta dinámica de identificaciones y antagonismos (en la que el Otro fue el indio, el gaucho o el inmigrante) parece haber tenido una significativa gravitación en la conformación de identidades subjetivas en términos de nacionalidad.” Decía en otra página de internet.  En mi estadía en Buenos Aires he podido percatarme como esta dicotomía que considera al otro como “bárbaro” vive hasta hoy en día en palabras como “cabecitas negras”, “indio” o “negro”. Una vez escuché a un amigo de un amigo que se quejaba porque en un concierto del cantante inglés morrisey le habían vendido un agua que en su interior venía con restos de pasto y decía: “esto es una negrada típicamente argentina”. Por suerte, nunca creí en eso de que los amigos de mis amigos son mis amigos.

          Históricamente un malón era “una táctica militar de diversos pueblos indígenas, como los mapuches, que consistía en un ataque rápido y sorpresivo de un nutrido número de guerreros contra un grupo enemigo, ya fueran parcialidades mapuches enemigas o poblaciones y fortificaciones de españoles o criollos ("wincas") en Chile y Argentina, con el objetivo de obtener ganado, provisiones y prisioneros, sobre todo mujeres jóvenes. Para idéntica actividad realizada por españoles contra indígenas en la época colonial se reserva en estos países el término maloca. Es decir, la rapiña, no era una actividad que era privativa de los “incivilizados”, también la hicieron los españoles y después el glorioso ejercito argentino al consolidar su nación. Los últimos año y aun hoy lo siguen haciendo, de maneras "más civilizada" (ahora tienen electricidad) con sus propios compatriotas que consideran incivilizados.

          El detalle que más me llamo la atención dentro del cuadro es la posición de mujer que parece una Venus renacentista dormida, que a pesar del movimiento en que están representados los cabalgantes, parece que va cómoda en los brazos del “salvaje”. Incluso, si lo sacamos del contexto de “barbarie”, podría decirse que hacen una linda pareja. El mozalbete la lleva con agilidad sosteniendo su espalda con el mismo brazo con que conduce a la bestia. En la otra mano lleva su lanza que por su posición pareciere que protege a su prisionera. La hermosa hembra, pálida como las perlas, apoya su cabeza en el hombro del galán. La tela de seda blanca que cubre su cuerpo cae con elegancia cubriendo su vientre sobre el que se juntan sus manos. Quizás se sentía cómoda de haberse liberado de esos vestidos de cuellos altos y de talles ajustados y de la exagerada amplitud de la falda –con varias enaguas- que se alargaban hasta el piso, de esos peinada con rulos ridículos  o vuelos que caían desde la nuca. Quizás recordaba en pesadillas esa vida donde la obligaban a arrodillarse frente a un dios crucificado, encerrada en un frio templo regenteado por oscuros hombres que le hacían repetir una y otra vez: “Ave María, grátia plena; Dóminus tecum: benedícta tu in muliéribus, et benedíctus fructus ventris tui Jesus. Sancta María, Mater Dei, ora pro nobis peccatóribus, nunc et in hora mortis nostrae. Amen.”. Quizás esperaba despertar pronto y comenzar otra vida, rodeada de la grandeza de la pampa.


junio 2012

jueves, 4 de julio de 2013

V.A. - Fernandito's Rock radio (vol.1)

FERNANDITO'S ROCK es un programa radial independiente que se encarga de los ritmos de las calles como el Punk, la Oi!, el Glam Rock, el Heavy, y otras yerbas; más reivindicaciones, anécdotas, futbol y bebidas fermentadas..

Este es el primer compilado de la radio con varios de los temas que se han pasado hasta el momento. En breve vendrán más de estos compi..

Podés escuchar los programas en los siguientes blogs cuyos links están a la derecha de la pantalla (nunca a la derecha política):

La Cultura del Barrio
Out of Borstal
Money in my Pocket Zine

"FERNANDITOS ROCK"  El programa que le embarra el pañal a Chichita Legran




Para descargar:

http://www.mediafire.com/download/66vz6t71drh94mh/V.A._-_FR_1.rar


Lista de temas:


 1 - COLOURED BALLS - won't you make your mind (ball power - 1973) AUSTRALIA (PROG 1)

 2 - RED ALERT - the art of brutality (we've got the power - 1983) INGLATERRA (PROG 3)

 3 - THE DICTATORS - stay with me (blood brothers - 1978) USA (PROG 2)

 4 - SCORPIONS - pictured life (virgin killer - 1976) ALEMANIA (PROG 6)

 5 - ATTAK - murder in the subway (s.t. 7'' - 1982) INGLATERRA (PROG 5)

 6 - ROSE TATTOO - assault and battery (assault and battery - 1981) AUSTRALIA (PROG 1)

 7 - TINA TURNER - we no need another hero (7'' - 1985) USA (PROG 3)

 8 - THE REVILLOS - where is the boys for me? (motorbike beat - 1995) INGLATERRA (PROG 5)

 9 - EBBA GRÖN - we're only in it for the drugs (s.t. 1979) SUECIA (PROG 7)

10 - COCKNEY REJECTS - one way ticket (lethal - 1990) INGLATERRA (PROG 7)

11 - SLADE - give us a goal (7'' - 1978) INGLATERRA (PROG 7)

12 - ROKY ERICKSON AND THE EXPLOSIVES - two headed dog (openers - 1988) USA (PROG 3)

13 - VENOM - in league with satan (wellcome to hell -1981) INGLATERRA (PROG 7)

14 - PROBLEMS ? - katupoikien laulu (katupoikia - 1980) FINLANDIA (PROG 4)

15 - THE OPPRESSED - victims (7'' con work togheter - 1983) GALES (PROG 3)

16 - STATUS QUO - paper plane (piledriver - 1972) INGLATERRA (PROG 1)

17 - 999 - the biggest prize in sport (s.t. - 1979) INGLATERRA (PROG 3)

18 - THIN LIZZY - fighting my way back (fighting - 1975) IRLANDA (PROG 1)

19 - NEWTOWN NEUROTICS - kick out the tories! (7'' - 1981) INGLATERRA (PROG 3)

20 - PANKRTI - janez kranjski janez (brana dela II, en vivo - 1995) ESLOVENIA (PROG 5)

21 - PETER AND THE TEST TUBE BABIES - the jinx (the mating sounds of south american frogs - 1983) INGLATERRA (PROG 5)

22 - FREDDIE MERCURY - living on my own (mr. bad guy - 1985) INGLATERRA (PROG 4) ,


extraido de Gritos de Suburbia

miércoles, 3 de julio de 2013

Capitalismo y religión. Walter Benjamin.

Este texto fue escrito alrededor de 1921. En él, Benjamin, expone al sistema económico actual como si fuera un sistema de creencias religioso (desde ya era una herejía contra la sociología de su tiempo y la teoría de la estructura y la superestructura). Reconoce tres rasgos fundamentales del capitalismo: es una religión puramente de culto, utilitaria, no dogmática; la celebración del culto es constante, sin pausa; y es un culto culpabilizador, en el doble sentido que tiene el término Schuld en alemán, en tanto culpa y deuda. Esta culpa y deuda exige una expiación que involucra al mismo dios, que está oculto. Una religión que no pretende salvar la vida, sino, por el contrario, su absoluta destrucción (nota del Consheleiro).

 
Dibujo de Miguel Brieva. puedes ver más aquí.



[Im Kapitalismus ist eine Religion zu erblicken...] En el Capitalismo hay que ver una religión. Esto significa que el Capitalismo sirve esencialmente para satisfacer las mismas necesidades, tormentos o inquietudes a las que antaño daban respuesta las llamadas religiones.
            Esa estructura religiosa del Capitalismo no es sólo similar a “una imagen de estilo religioso” (así pensaba Max Weber), sino “un fenómeno esencialmente religioso”. Pero si hoy intentáramos dar la prueba de esa estructura religiosa del Capitalismo, acabaríamos en el callejón sin salida de una polémica universal y desmesurada. No podemos abarcar la red en la que estamos; pero más tarde nos daremos cuenta.
            No obstante, hoy ya es posible reconocer tres rasgos de esa estructura religiosa del Capitalismo:

a) En primer lugar el Capitalismo es una religión puramente de culto, quizá la más cúltica que ha existido nunca. No tiene una teología dogmática específica: en él todo cobra significado sólo a través de una referencia inmediata al culto. Desde esta óptica adquiere el utilitarismo toda su coloración religiosa.

b) Un segundo rasgo del Capitalismo relacionado también con esa concreción cultual, es la duración permanente del culto: el capitalismo es como la celebración de un culto “sans trêve et sans merci” (sin tregua y sin piedad). No hay en él “días laborables”, no hay un solo día que no sea “día de fiesta”, en el sentido terrible de una ceremonia sacra superdesarrollada: es como el desplie­gue máximo de aquello que se venera.

c) En tercer lugar, se trata de un culto culpabilizador. El Capitalismo es quizás el primer caso de un culto que no es expiatorio sino culpabilizador. A partir de aquí, este sistema religioso se ubica en la explosión de un movimiento monstruoso: una terrible conciencia de culpa/deuda (Schuld en alemán significa a la vez culpa y deuda) que no sabe liberarse, echa mano del culto no para expiar la culpa sino para hacerla universal, para grabarse en nuestra conciencia y, por último y ante todo, inmiscuir al mismo Dios en esa culpa para acabar interesándole en la expiación.
            La expiación, por tanto, no hay que esperarla ni del mismo culto, ni de la reforma de esa religión (que siempre debe apoyarse en algo más seguro que ella) ni en la apostasía de ella. Más bien pertenece a la esencia de ese movimiento religioso que es el Capitalismo el aguantar hasta el final: hasta la completa culpabilización final de Dios, hasta la situación mundial de desesperación que ya hemos conseguido y en la cual todavía seguimos esperando.
            Ahí reside lo históricamente inaudito del Capitalismo: que la religión ya no significa la reforma de la vida sino su destrucción, la desesperación se transforma así en el estado religioso del mundo, del cual hay que esperar la salvación. La trascendencia de Dios ha desaparecido, pero Dios no ha muerto sino que se ha incrustado en el destino humano. Todo este cruzar el planeta-hombre por la morada de la desespera­ción, con la soledad más absoluta en su camino, es una actitud que deriva de Nietzsche: ese hombre es el superhombre, el primero que conoce la religión capitalista y comienza a practicarla.
            Un cuarto rasgo es que el Dios (del capitalismo) debe quedar escondido. Sólo puede ser invocado en el zenit de su culpabilización. El culto es celebrado por una divinidad inexperta; y cada pensa­miento o cada representación de ella, destroza el misterio de su madurez.
            También la teoría de Freud tiene que ver con el señorío clerical de ese culto. Lo reprimido, la representación pecaminosa y condenada es con mucho la analogía más luminosa del Capital que cobra intereses del infierno del inconsciente.
            La forma del pensamiento religioso capitalista se encuentra (también) magníficamente expresada en la filosofía de Nietzsche. La idea del superhombre empuja el salto apocalíptico no hacia la conversión, la expiación, purificación o penitencia, sino hacia un crecimiento constante que en sus últimos tramos se vuelve explosivo y discontinuo. Por eso, crecimiento y desa­rrollo resultan inconciliables (en el sentido del adagio “Natura non facit saltus”): el superhombre es el hombre histórico, cons­truido sin arrepentimiento y que atraviesa el cielo. Esa destrucción del cielo por el crecimiento de la capacidad dominadora del hombre, ya fue juzgada por Nietzsche como una culpabilización (deuda) religiosa; y sigue siendo eso.
          Y algo parecido en Marx: ese capitalismo incapaz de convertirse, se transforma en socialismo a través de los intereses simples y compuestos, que son una función de la deuda/culpa (¡atención a la ambigüedad de este concepto!).
            El capitalismo es una religión del mero culto, sin dogma. El capitalismo se ha desarrollado en Occidente –como se puede demostrar no sólo en el calvinismo, sino en el resto de las orientaciones cristianas ortodoxas- parasitariamente respecto del cristianismo de modo tal que, al final, su historia es en lo esencial la de su parásito, el capitalismo. -Comparación entre las imágenes de los santos de las distintas religiones, por un lado, y los billetes de los distintos Estados, por otro- El espíritu que se expresa en la ornamentación de los billetes.
            Las preocupaciones: una enfermedad del espíritu que es propia de la época capitalista. Situación espiritual (no material) sin salida que (deviene) en pobreza, vagabundeo, mendicidad, monacato de la vagancia. Una situación así, que carece de salida, es culpabilizante. Las “preocupaciones” son el índice de la consciencia de culpabilidad de la situación sin salida. Las "preocupaciones" nacen por el miedo de que no haya salida, no material e individual, sino, comunitaria.
            En tiempos de la Reforma el cristianismo no favoreció el advenimiento del capitalismo, sino que se transformó en él. Metódicamente habría que investigar, en primer lugar, qué vínculos estableció en cada momento el dinero con el mito, hasta que pudo atraerse hacia sí, tantos elementos míticos del cristianismo para constituir ya, el propio mito. El precio de la sangre. Thesaurus de las buenas obras. El salario que se le debe al sacerdote. Pluto como dios de la riqueza.
            Vínculo del dogma de la naturaleza resolutoria del saber y el capitalismo -propiedad para nosotros que lo hace, a la vez, redentor y verdugo-: el balance como saber redentor y destructor.
            Contribuye al conocimiento del capitalismo como una religión el hacer presente que, originalmente, el paganismo originario concebía la religión, no como un “elevado interés moral” "superior", sino, como el más inmediatamente práctico. En otras palabras, el paganismo fue tan poco consciente, como el capitalismo actual, de su naturaleza “ideal”, “trascendente”, y la comunidad pagana consideraban a los individuos irreligiosos o heterodoxos de su comunidad como incapaces, igual que la burguesía actual considera a sus miembros no productivos.


Walter Benjamin, Kapitalismus als Religion, Zur Geschichtsphilosophie, Historik und Politik, Gesammelte Schriften Band VI 100-103.