Murió el padre de ésta patria, el que llamó a
los milicos y luego de 17 años tomo el poder por "vía democrática" luego
del plebiscito... Aún tengo grabada la voz de Aylwin justificando el actuar de
los pacos en la matanza de Apoquindo. El espectáculo de toda la burguesía, no
sólo la llamada clase política, alrededor de su féretro es la muestra que la
guerra de clases continúa. Aunque la burguesía no se nombre a sí misma, está
presente en el funeral de Estado en cada cara de esos partidos, en la ataúd, la cruz y la bandera: una
hemorragia incesante que une la nación. Han paseado su cuerpo por todo
Santiago, mostrado por todos los canales, banderas a media asta por todo el
país... recordándonos esa palabra que resuena y nos manda un electroshock "TRANSICIÓN",
el mito que amarra, que es el andamiaje, que atornilla, el orden de este país de mierda.
No puedo sentirme feliz ante la muerte natural de un ser tan despreciable, es
más, está más vivo que nunca. Esa voz nasal renacerá cada vez que el orden se
vea amenazado y a rey muerto, rey puesto.
La transición? si! una transición hacia el asesinato en la más absoluta impunidad, una transición marcada por la represión, que se disfraza para conseguir los objetivos mas egoístas que tienen en pie al sistema económico neoliberal. La transición hacia la democracia represiva, y hacia la pacificación y aniquilamiento subversivo. Chile! la alegría nunca llegó para el pueblo, pero si para sus gobernantes.
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